jueves, 11 de febrero de 2016

Dora Barrancos: “Las mujeres han sido grandes contribuidoras de la ciencia a lo largo de los tiempos”

Por Alexis Rasftopolo y Ana Espinoza1
Intelectual de larga trayectoria, Dora Beatriz Barrancos es historiadora, socióloga y directora por Ciencias Sociales y Humanidades del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Además, es una luchadora permanente en torno a las cuestiones de género. En esta entrevista2, realizada para La calaca y El género en plural, ofrece un breve análisis respecto del lugar de las mujeres en el plano de las ciencias en la Argentina.
 
¿Cuál es el lugar que tiene la mujer en el ámbito de la ciencia en el país?

La verdad es que la Argentina está en este momento muy bien situada en lo que sería la situación de las mujeres en la ciencia en el mundo.
En cambio, la situación de las europeas en la ciencia no es tan buena como la que vivimos las mujeres en América Latina. Y, dentro de América Latina, la Argentina en este momento está ocupando un lugar excepcional, considerando la situación global con relación a la dimensión de las diferentes ciencias.
Nos pone muy contentas que, en nuestro país, el número de mujeres en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) ha aumentado extraordinariamente en esta década. Hoy día hay 52% de mujeres; es decir que de cada 100 investigadores en el Conicet -que es la institución que hegemoniza el desarrollo de la ciencia en la Argentina- 52 son mujeres. Es un dato excepcional, insisto, si se consideran otros países de América Latina y el mundo. Por ahí Perú está bien, Venezuela también está bastante bien localizado; pero esto considerando además los países de Europa, Estados Unidos o Canadá. Es decir, no hay una tasa semejante a la nuestra.
Ahora bien, que seamos muchas mujeres en el Conicet no quiere decir que estemos en los lugares más encumbrados. Todavía hay mucho que hacer porque la mayoría de la población femenina se sitúa en los niveles más bajos; es decir en los primeros niveles, y comienzan a ralear en los dos últimos niveles.
De todas maneras se ha avanzado mucho. Hay un nivel muy alto en el Conicet que se llama nivel superior que, hace 10 años atrás, tenía 9%, 10% de mujeres, una verdadera pobreza, teniendo en cuenta las contribuciones que las mujeres estaban ya haciendo a la ciencia en el país. Hoy día la situación ha mejorado mucho, pero no nos satisface. Actualmente hay 25% de mujeres en el rango superior, quiere decir que se ha andado un camino interesante, pero necesitamos en los próximos años que haya, por lo menos, la misma cantidad de mujeres que de varones en esos tramos superiores del sistema científico.

Esta mayor afluencia de investigadoras, becarias, que se dedican al plano de la ciencia y que están teniendo su lugar allí se debe a múltiples factores, seguramente. Pero, de alguna manera, contrasta esto con ciertas expresiones más explícitas o implícitas de machismo esgrimidas recientemente por parte de cientistas y que no tienen ningún basamento científico…

Si…, tienen prenociones. Hay un sistema de conceptualización arcaico, que no se compadece con los avances que ha habido en la sociedad. Entonces, lo que decís es muy interesante porque en realidad las mujeres han sido grandes contribuidoras de la ciencia a lo largo de los tiempos, sin reconocimiento.
Hay que pensar que la mayor incorporación de mujeres a las diversas disciplinas científicas en nuestro país tiene muchísimo que ver con la enorme presión que han hecho las mujeres para sostener carreras universitarias, y luego para hacer doctorados. Entonces, se trata de una muy importante presión. Y, desde luego, en el nivel de becas hay todavía más que el 52% de mujeres, allí todavía es más elevado el número de mujeres.
Las universidades en estos momentos están altamente feminizadas. Hay carreras que se han feminizado muchísimo, la carrera de medicina, por ejemplo, que ya está teniendo casi 60% de mujeres en algunos lugares. También las llamadas ciencias exactas y naturales, allí las biólogas son un contingente importantísimo hoy día. Dentro de química, también, hay muchas mujeres.
En relación a esto, yo diría que la carrera menos apegada a la equidad, por lo menos en la recepción de mujeres, siguen siendo las ingenierías -menos ingeniería en alimentos que tiene muchas mujeres-. Pero las ingenierías duras, digamos, la carrera de ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, sigue siendo bastante esquiva para las mujeres. Pero bueno, esperemos que allí haya también transformaciones, eso tiene que ver mucho con el mercado laboral, con las expectativas del mercado laboral que favorecen muchísimo a los varones.
Y como decís, ni los científicos más interesantes, inclusive algún premio nobel, dejan de tener una marca patriarcal y exhiben, a veces, unas manifestaciones completamente groseras como ha ocurrido con el premio nobel de medicina, Tim Hunt, que ha dicho que las mujeres incomodan en los laboratorios, y lo ha dicho de una manera muy grosera… Son manifestaciones indignas incluso para la condición humana en general. Es decir, afrentan a la condición humana y va mucho más allá de ser una afrenta a la condición solamente de las mujeres. 
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
1 Licenciadxs en comunicación social por la Universidad Nacional de Misiones y la Universidad Nacional de La Plata respectivamente. 
2 La entrevista fue realizada en la ciudad de Córdoba, en el marco de las VI Jornadas de Trabajo de Becarios e Investigadores del Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad CIECS (CONICET y UNC), durante los días 17, 18 y 19 de junio pasado. La misma fue difundida en primera instancia en el programa radial con perspectiva de género La calaca, emitido todos los miércoles a las 21hs por LT17 Radio Provincia de Misiones, bajo la conducción de Gabriela Ayala, Ana Espinoza y Paola Torres. 
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
 
ANEXO 
Análisis de NI UNA MENOS según Barrancos
 
En otro orden de consideraciones, pero no escindido de esta cuestión del respeto hacia la condición humana y hacia una mayor equidad de género, a tu criterio ¿cuál ha sido la repercusión que ha dejado la multitudinaria manifestación en todo el país del 3 de junio?
Creo que la manifestación del 3 de junio es una verdadera inflexión. Estoy completamente segura que se proyecta el 3 de junio, sobre todo a algunas instituciones fundamentales de la nación, el poder judicial sobre todo que es el poder que ha estado más en rémora, que tiene mayores problemas en, justamente, cumplir con la ley. Nosotros tenemos en la Argentina un conjunto de leyes muy importantes en orden a garantizar los derechos de las mujeres; voy a recordar la 26.485 que es la ley madre para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres.
Tenemos también una modificación del Código Penal, reciente digamos, en los últimos años, que establece inclusive la figura del feminicidio, no la nombra como tal, pero se agravan completamente las penas; es decir, es prisión perpetua para quien ultimare a la compañera, la cónyuge, la ex cónyuge… Es decir, razones de género que llevan al homicidio entonces se llaman femicidios, feminicidio es el nombre más correcto, y nuestra ley penal se ha puesto a la altura de estas circunstancias.
Pero en realidad sabemos que el poder judicial, los intérpretes del poder judicial, los magistrados del poder judicial, jueces, etcétera, tienen bastantes dificultades para ponerse la ley en la piel. Y hay que ponerse la ley en la piel.
Yo creo que después del 3 de junio muchos magistrados, magistradas también, se han interpelado fuertemente acerca de cómo debe cumplirse la ley. Creo que el 3 de junio además abrió un cauce muy interesante, creo que de gran significado para las propias mujeres, porque se trata, en primer lugar, de la resistencia activa de las propias mujeres. Allí todas nosotras pensamos que hay un núcleo fundamental para que se decentice definitivamente esta sociedad, que elimine la violencia de género.
También creo que ha sido un recado general para todos los varones (no obstante debemos decir también que hubo muchos varones acompañando esta marcha), y ha significado una oportunidad de profunda reflexión para muchos varones.
Pero esperamos que sean las instituciones, el poder judicial en primer lugar, el que haya sido fuertemente interrogado. Y también las propias mujeres.
Creo que esto va a posibilitar una emulación, muchas mujeres van a imitarse por aquella extraordinaria movilización del 3 de junio.